La inversión en propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol por parte de capitales provenientes de países del este ha experimentado un resurgimiento notable. Expertos del sector inmobiliario comentan que «tanto en Marbella como en la Costa Levantina hay una presencia significativa de compradores rusos», una tendencia que se había visto interrumpida por la pandemia de COVID-19, pero que ahora está recuperándose.
Según estos expertos, entre los compradores extranjeros, «los que más están adquiriendo propiedades son los extracomunitarios». Dentro de este grupo, los clientes rusos y de otras naciones eslavas destacan por su interés en propiedades de lujo en provincias como Málaga.
Cada vez más propiedades en localidades como Marbella son adquiridas por ciudadanos rusos, de las repúblicas bálticas y de otros países del este de Europa, y eso qu expertos del sector aseguran que hay miedo ante la falta de una política clara contra las fincas de lujo ocupadas.
Otros expertos del sector confirman que, pese a la eliminación de las golden visa y las sanciones, los ciudadanos rusos han encontrado formas de adquirir propiedades en España.
Aumento de inversión de Estados Unidos
Los rusos ya eran clientes habituales, pero también hay un aumento significativo de compradores estadounidenses, gracias a la nueva conexión aérea con Málaga y la Costa del Sol, las mejores conexiones aéreas favorecen este flujo.
Por otro lado, Latinoamérica sigue mostrando un interés considerable, y aunque generalmente buscan propiedades en las capitales, la Costa del Sol también ha visto un incremento con clientes provienen de países como México, Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Colombia, que atraviesan situaciones políticas complicadas.
Aumento de precios
El mercado está creciendo tanto en el número de transacciones como en los precios. En Málaga, el precio medio el año pasado fue de 800.000 euros y para muchos inversores, el mercado inmobiliario de alta gama siempre son un refugio y son menos afectadas por las crisis, a pesar del aumento de los intereses hipotecarios.
Los compradores que buscan vivienda permanente para sus familias prefieren villas con jardín en Málaga, mientras que los interesados en una segunda residencia optan por apartamentos con servicios completos de resort, como gimnasio, piscina cubierta, pista de tenis y restaurantes.