Destinada a rendir homenaje a la obra del fotógrafo francés, la idea de la exposición es retratar su intención compositiva y narrativa, yendo más allá de la provocación que siempre se ha asociado a su trabajo. En la línea del cineasta Alfred Hitchcock y del artista Edward Hopper, a los que admiraba profundamente, Guy Bourdin era esencialmente un narrador de historias, capaz de condensar novelas enteras, generalmente policíacas o negras, en una sola imagen.
Para la exposición de Armani/Silos, Giorgio Armani y Guy Bourdin Estate han seleccionado un centenar de fotografías, que incluyen tanto imágenes icónicas como otras menos conocidas. El uso de colores saturados, característica distintiva del estilo de Guy Bourdin, se explora en toda una sala de rojos, verdes y rosas, al igual que su visión de la forma deconstruida, especialmente cuando juega con maniquíes, y su composición inconfundible. Veintiuna fotografías en blanco y negro muestran lo inmediata que es la capacidad expresiva de Bourdin, incluso con los contrastes más simples. Una sala explora el amor de Bourdin por el cine, elemento central de su creatividad, presentando una selección de imágenes de campañas publicitarias que muestran lo que parecen ser escenas de crímenes o persecuciones policiales, aludiendo a su fascinación por Alfred Hitchcock y el tema de la «trama misteriosa».
«Esta exposición es una reafirmación más de mi intención de hacer de Armani/Silos un centro de cultura fotográfica contemporánea, que abarque tanto todo lo relacionado con el mundo Armani como lo que no podría estar más lejos de él. A primera vista, Guy Bourdin no es un artista con el que tenga mucho en común: su lenguaje es claro, gráfico e impactante. El sentido de la provocación se percibe de inmediato en su obra, pero lo que más me llama la atención -y en lo que quería centrarme- es, en cambio, en su libertad creativa, su habilidad narrativa y su gran amor por el cine. Bourdin no seguía a la multitud ni hacía concesiones, y yo me identifico con él. No creo que haya otra manera de dejar huella en el imaginario colectivo», comenta Giorgio Armani.
Nacido en París en 1928, Guy Bourdin comenzó su carrera como pintor y se convirtió en fotógrafo autodidacta a principios de los años cincuenta. Enseguida desarrolló un estilo muy personal, impregnado de referencias y atmósferas surrealis.
