Desde hace años la calle José Ortega y Gasset y alrededores, en el mítico Barrio de Salamanca, y conocido como la “milla de oro” ha perdido gran parte de su glamour y las firmas de lujo están empezando a mirar a otras zonas para crear un eje del shopping más exclusivo.
La Milla de Oro de la capital se reinventa y se acerca a la Puerta del Sol. La propia oficina de turismo del Ayuntamiento de Madrid reconoce la importancia de nuevos espacios, y resalta la Galería Canalejas como el nuevo icono del lujo en el corazón de Madrid. En ella se podrán encontrar más de 40 boutiques de moda, complementos, perfumería y alta joyería y relojería de las firmas de lujo más prestigiosas de todo el mundo (entre ellas Hermès, Cartier o Rolex), así como una gran oferta gastronómica con propuestas elaboradas por reconocidos chefs estrella Michelin.
Galería Canalejas cuenta con una superficie de 15.000 m2 distribuidos en tres niveles. Las plantas baja y primera están dedicadas a la actividad comercial. En su primera fase de apertura, el 1 de octubre de 2020, se inauguró la tienda de la firma francesa Hermès, con acceso directo desde la calle, y el 11 de noviembre de 2021 se inauguró la segunda sede en Madrid de la boutique Cartier, a las que se han sumado las nuevas boutiques de Aquazzura, OMEGA, Rolex, Saint Laurent, Valentino y Zegna a principios de junio de 2022. Además, en esta última apertura se ha incorporado la Beauty Gallery by Isolée con más de 20 marcas de cosmética premium, maquillaje y perfumes de autor.
En Ortega y Gasset y sus calles más próximas resisten firmas como Brunello Cucinelli, Bvlgari, Cartier, Celine, Chaumet, IWC Schaffhausen, Jaeger–LeCoultre, Jimmy Choo, Loro Piana, Panerai o Tiffany & Co. atraídos por el flujo de clientes del Hotel Rosewood Villa Magna, que es uno de los preferidos para las grandes fortunas latinoamericanas que acuden a Madrid, y se encuentra a pocos metros de estas boutiques.
Un ruta dorada por las tiendas de las mejores firmas nacionales e internacionales debe empezar por LOEWE, la firma madrileña de marroquinería que ha conseguido colgar sus bolsos en los brazos más distinguidos del mundo desde el siglo XIX.
En pleno centro histórico de Madrid, a unos pasos del Palacio Real, merece una visita Lepanto con sus bolsos y complementos artesanos, o Seseña (Calle de la Cruz, 23), quizá una de las pocas tiendas dedicadas aún a la fabricación y venta de capas. Sus elegantes prendas han abrigado los hombros de Picasso y Michael Jackson, Hemingway y Hillary Clinton, Luis Buñuel y Bruce Springsteen…
En el mundo de la joyería destaca Durán (Goya, 19), emblema del lujo nacido en Madrid y firma proveedora de la Casa Real desde 1899. Y otro sinónimo de elegancia nacido en Madrid: Yanes, la dinastía de orfebres que lleva más de 125 años tallando distinción. Su tienda insignia (Goya, 27) es un verdadero museo del lujo clásico. El más joven heredero de este gremio es Juan Suárez, que con Aristocrazy (Gran Vía, 26) ha sabido renovar el oficio de la orfebrería y marcar tendencia con sus creaciones.
El objeto de deseo imprescindible en un haul de lujo en Madrid debería ser el mantón de Manila. Los auténticos, de seda natural y bordados a mano, pueden costar una fortuna. Para evitar imitaciones, lo mejor es visitar a especialistas, como Borca (Marqués Viudo de Pontejos, 2), uno de los comercios de referencia con siglos de historia.
Otro nombre centenario de la elegancia madrileña, en este caso para caballero, es Yusty (Calle Ayala, 20) la sastrería que ha vestido a aristócratas, empresarios o políticos de la capital desde 1914. Hoy, combina la oferta multimarca con la costura artesana, aprendida por su fundador en Inglaterra e Italia. Para completar un exclusivo total look de caballero hacen falta unos zapatos a medida y hechos a mano; en Madrid, Glent Shoes (Claudio Coello, 21), donde en ocasiones se calza el Emérito Rey Juan Carlos y que cuenta con un exclusivo servicio de medición con tecnología 3D que te permite conocer la talla real de tu pìe, o Carmina (Claudio Coello, 73), la firma madrileña de origen mallorquín, destacan por ofrecer este placer para los pies.
Y finalmente, un recorrido por los comercios más exclusivos no estaría completo sin visitar el taller de guitarras de Felipe Conde (Arrieta, 4). Esta dinastía de lutieres, “artistas-amigos” como los consideraba Paco de Lucía, ha sabido renovarse, manteniendo un diálogo constante con los guitarristas, motivo por el cual sus instrumentos han sido plebiscitados por músicos internacionales como Leonard Cohen o Bob Dylan.
