El comprador de una villa exclusiva, o una vivienda exclusiva, inmuebles que nunca bajan de los 10 millones de euros, busca calidad, pero ante todo, un vivienda que transmita sensaciones, donde la intimidad sea total, la seguridad interna y externa de primer nivel, y totalmente personalizada, desde la elección del terreno hasta el último y más insignificante detalle.
El comprador de este tipo de inmuebles, que nunca suele ser el primero de este importe, busca profesionales, normalmente arquitectos, interioristas y paisajistas, que puedan resolver todas sus dudas y tramitar el encargo desde el principio hasta el mantenimiento posterior e incluso asesorarles acerca de las bondades del destino en cada época.
Ya sea una inversión, o su cuarta residencia internacional, dedican su dinero a disfrutar del tiempo, con los suyos y con sus amigos, y es en ese aspecto donde poder tener los mejores materiales y acabados se hace fundamental, independientemente de las marcas, no buscan el logotipo, buscan la seguridad de tener lo mejor en cada momento.
El problema no es nunca la financiación, ni los plazos, es que se adapte el nuevo diseño, su entorno y facilidades a lo que necesita la familia, preparado para que en un futuro se pueda vender y donde la firma del estudio de arquitectura sea de máxima confianza.
Hoy este tipo de viviendas en España tiene un comprador internacional, cada vez con una edad más cercana a los 40 años, que tras un lanzamiento en Startups y su posterior venta, ha decidido trasladarse a un entorno más cálido para continuar su vida.
Son lectores compulsivos de prensa financiera y especializada, que en redes sociales van buscando aquello que mejor se adapta a lo que desean, y que saben que la tranquilidad se encuentra en el sur de Europa, lejos de zonas problemáticas cuando hablamos de seguridad personal.
No buscan viviendas construidas, eso normalmente según dicen los expertos es para chalets de menos de un millón de euros, que se alejan mucho del verdadero concepto de “lujo”
Con servicio permanente las 24 horas del día, aunque la vivienda no se use durante años, con un paisajismo que competiría con el mejor campo de Golf europeo, con unas instalaciones más cercanas a un hotel boutique que a una villa, los verdaderos amantes de estas villas únicas desean que tengan elementos que nunca se puedan repetir en una vivienda, desde piezas exclusivas en su interiorismo, materiales pulidos de formas inexplicables a tejidos propios de un museo.
Si le queremos enamorar deberemos hablar de sostenibilidad, y mostrar que nuestra filosofía es real, no un Greeen Washing que tanto odian. Quieren viviendas que usen materiales naturales, donde la luz sea el eje vertebrador, donde las energías renovables sean el corazón de la vivienda y donde el aire sea más puro dentro, que fuera de la casa.
Las nuevas tecnologías también están ya en estas villas exclusivas, donde la seguridad que aportan sus sistemas de encriptación para evitar el robo de información de los dispositivos móviles conectados, hasta unos garajes preparados para cargar cualquier modelo de vehículo eléctrico que seguramente, ya están disfrutando.
