Boris Johnson, el primer ministro inglés ha partido de España a su tierra natal, tras pasar unas vacaciones en una lujosa finca, junto a su esposa Carrie y su hijo Wilf.
Para evitar a la multitud de periodistas que esperaban en la puerta de la finca, la familia y sus ayudantes salieron a toda velocidad en una furgoneta con las lunas tintadas, en dirección a un aeropuerto de la costa del sol, posiblemente Málaga, seguido por su equipo de seguridad.
Se ha criticado mucho que mientras en su tierra natal, la fría y húmeda Gran Bretaña, las dificultades que atraviesa la población tras el brexit son cada día mayores, haya elegido la seguridad y tranquilidad de la costa del sol para pasar unas vacaciones, una zona del mediterráneo que actualmente es la más valorada por las grandes fortunas internacionales.
El hombre apodado «la comadreja con su caballete» tras haberle fotografiado pintando un cuadro con la luz del mediterráneo, ha sido criticado por tomarse unas vacaciones de verano en una villa de 600 acres situada en Marbella, y que se alquila a razón de 30.000 euros la semana, propiedad de su compañero Zac Goldsmith.
Después de ser sorprendido pintando el martes por la noche cuando el sol se ponía en las colinas sobre su finca, se pensó que Johnson volvería a esconderse.
El propietario de esta bella finca es Zac Goldsmith, de 46 años, hijo del fallecido millonario James Goldsmith, que hizo fortuna gracias a la industria alimentaria, farmacéutica y en los medios, ya que en 1977 adquirió el reconocido semanario francés «L’Express». Zac Goldsmith ha seguido los pasos de su padre, fue director de ‘The Ecologist’, y mantiene una estrecha amistad con Carrie Johnson.