Anís del Mono celebra su 150 aniversario con un hito histórico: el lanzamiento de un anís Premium de Edición Limitada con un diseño de lujo. La emblemática marca del legendario anís de Vicente Bosch, que perdura desde su creación en 1870, presenta ahora una nueva botella inspirada en el modernismo y que rinde homenaje a la pasión artística de la marca.
Con este especial lanzamiento, Anís del Mono acerca la celebración de sus 150 años a la sociedad con una botella que transporta al consumidor a principios del siglo XX. Sus líneas sinuosas imitan la naturaleza, creando formas decorativas que evocan el movimiento del agua. Su estuche decorado refuerza la relación que tiene Anís del Mono con el arte desde su , con el diseño de “La Manola” de Ramón Casas en su interior.
“Para nosotros es todo un hito vivir junto a Anís del Mono este lanzamiento tan especial. La botella original es todo un emblema popular y ahora queríamos presentar un diseño distinto de botella para este 150 aniversario que se convirtiera de nuevo en un icono, rindiendo un precioso homenaje al estrecho vínculo entre la marca y el movimiento artístico del modernismo.”, relata Natalia Gómez, responsable de la marca. “Esta edición única, limitada a 3.000 botellas, transmite todos los valores de la casa: calidad, prestigio y tradición, los mismos con los que se comenzó en 1870”, concluye Gómez.
La larga trayectoria de la marca se ve reflejada en esta edición de lujo con un nuevo licor que no solo sorprende por fuera, sino también por dentro. Con este lanzamiento, la compañía rescata la receta original de Vicente Bosch, elaborada a partir de una selección exclusiva de grana de anís matalahúva, con una posterior doble destilación en los alambiques de cobre originales de 1870 para purificar al máximo los aceites esenciales obtenidos.
Esta Edición Limitada consolida el anís como una bebida idónea para disfrutar de muchas formas: ya sea directamente en la copa, para quienes desean apreciar los matices más puros del anís; para aportar un toque de aroma y sabor al café, una mezcla tradicional y con muchos adeptos; o bien para disfrutar de combinados sorprendentes, como el famoso “Sol y sombra” de la coctelería española tradicional, a base de anís dulce y brandy.